Tener miedo es una reacción totalmente normal y adaptativa dependiendo de lo que ocurra a nuestro alrededor.
Tratar de evitarlo sin embargo, puede dar lugar a un círculo vicioso.
No voy a una situación que me asusta, porque no quiero sentir ese miedo, dándole con ello la razón y asumiendo que esa situación es de hecho peligrosa, garantizando que cuando vuelva a estar en una similar, el miedo volverá a recordarme lo “peligrosa” que es y volveré a evitarla.
¿ves el círculo?
En el mismo momento en el que te permites hacer las cosas con miedo y pierdes toda concepción de cómo deberías sentirte mientras las haces, las abrazas conforme vienen y en lugar de analizar lo que podría estar pasando y evitarlo, vives lo que está pasando. sientes lo bueno y lo malo.
No tenemos por qué hacer desaparecer el miedo, solo aceptarlo y observarlo como lo que es, otra emoción que nos acompaña.
De un tiempo a esta parte, cuando la conversación en consulta toca el tema del miedo, me cuesta no tener de fondo en mi cabeza la canción de Miss Cafeína.
Cuidado con tenerle miedo al miedo :)
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